En muchos sectores hemos oído hablar ya de la impresión 3D y todas sus ventajas, ya sea en arquitectura, en diseño de moda o en esculturas, pero... ¿Se podría imprimir comida en 3D?
La respuesta es sí. La impresión 3D de alimentos ha llegado para quedarse y promete un gran futuro al sector alimentario, sobre todo, a la cocina moderna y minimalista.
Este invento, al igual que todos, tuvo sus fases hasta llegar donde hoy, al igual que seguirá progresando. Al principio, sólo se hacían platos con una especie de pasta de azúcar hasta llegar a poder hacer postres deliciosos de chocolate y, en muchos casos, comida completa con "tinta" de diferentes texturas, colores y sabores, como la zanahoria, los arándanos o cualquier cosa que se nos ocurra.
Por otro lado, cada vez se está consiguiendo más la carne sintética mediante la impresión 3D, aunque es un producto en vías de desarrollo, pero que tiene buena pinta como proyecto venidero que reemplazaría a la carne animal y nos haría replantear bastantes cuestiones éticas y económicas.
Una de las principales ventajas de estas impresoras cocineras es la posibilidad de comer mejor, ya que, en su uso doméstico, nosotros elegiremos los ingredientes a utilizar en platos dignos de restaurante, en bollerías y demás, sin ningún esfuerzo mayor que el de pulsar un botón.
También cabe hablar de los insectos, ya que al ser rechazados como tales en el mundo occidental, la impresión 3D puede ser una buena alternativa para su introducción y elaboración, ya que estos son una fuente excelente de proteínas y su producción resulta bastante eficiente.
Por último, los niños podrán comer mucho mejor, ya que se podrán hacer figuras y texturas diferentes para las verduras que no toleran tanto, como el brócoli o las coles, y convertirlas en divertidas figuras que les encantarán
¿Y a ti?¿Se te ocurre para qué usarías esta impresora?
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